sábado, 8 de marzo de 2014


El Verdadero Legado de Hugo Chávez y el futuro de Venezuela

El siguiente, es un artículo de opinión que he sentido la necesidad  de escribir, en vista de los acontecimientos que han tomado lugar en nuestro país en las últimas semanas, y estoy seguro que usted, del otro lado estará preguntándose si formo parte de la oposición, si creo en el capitalismo, o si creo en el socialismo; para decidir entre, tomar en consideración mis ideas o no, y aunque crea que pensar de tal manera es extremadamente cerrada y contraproducente, tampoco puedo culparlo/a por hacerlo, ya que éstas discriminaciones, desafortunadamente se han vuelto parte de la cotidianidad; y espero, al final de este artículo sea de una buena idea de mi inclinación política.

El tema de la polarización es en gran parte el mayor absurdo en el que vivimos hoy en día. Unos son Oficialista, mientras otros son Opositores, unos Socialistas y otros Capitalistas, y las maneras en que un grupo se refiere al otro en nuestra cotidianidad, muchas veces es de manera despectiva y con odio. Ahora, ¿deberían diferencias ideológicas acerca de modelos socioeconómicos, convertirse en conflictos de tal escala que lleve a muertos en las calles?

Obviamente no hablamos de que papel debe tomar el gobierno en nuestro aparato productivo, obviamente no es la causa de las muertes y de los heridos, es el sentimiento de representación. Un sentimiento que las clases populares no tenían antes de la llamada Revolución, y un sentimientos que creo muchos en la oposición, hoy  no sienten.

El sentimiento de representación, es absolutamente vital para la democracia, ¿cuál es el legado de Chávez?  Ciertamente no es aquel de la “Venezuela: potencia latinoamericana”, pero soy una persona que no cree en absolutos, nada es perfecto y nada es inútil, por ende ningún gobierno es sin error, y ningún gobierno es únicamente errores, pero cuando hablo de un legado de Chávez no voy a hablar de las misiones (porque algunas han sido exitosas, otras no). El verdadero legado de Chávez viene, en mi opinión, en lo que se podría llamar como un despertar político en las clases populares, quienes no se involucraban en política y por ende los gobiernos no siempre los tomaban en cuenta y se sentían excluidos e irrepresentados.

Ahora si hemos llevado a toda nuestra juventud a votar por las razones correctas es debatible, después de todo es básicamente padres inscribiendo a sus hijos en el registro electoral y diciéndole por quien votar,  acto que desvirtúa el sentido de la democracia, que no es el de amaestramiento, y ojo, lo digo de ambos lados.

Bien, separándome de mis criticas al sistema electoral y volviendo al tema, creo hoy en día tenemos durante votaciones una mejor representación del pueblo venezolano, con amplia participación en todos los estratos de la sociedad, y creo que nadie puede negar que esto es algo positivo.

Cuando pienso en el futuro político de nuestro país, tengo que decir, y creo que es bastante obvio, parece ir hacia la oposición, ¿por qué? Podría hablar de cómo hemos visto un declive constante en la popularidad del oficialismo, que ha venido de grandes márgenes como aquel de las elecciones presidenciales del 2006 con un margen de alrededor del veinticinco por ciento, y ha ido lenta y constantemente perdiendo popularidad año tras año, hasta llegar a los estrechos márgenes que vemos hoy en día. Pero prefiero explicar por qué creo que ha sido así: en una palabra, Adaptación, si reflexionamos sobre ambos bandos, aunque no me guste caer en ésta costumbre, podemos ver que el oficialismo lleva toda la revolución, bajo un discurso de “la culpa no es nuestra, la culpa es de (X)” reforzado con afirmaciones de como el gobierno ha hecho todo para evitar todo tipo de catástrofe y es constantemente asediado por fuerzas internacionales. Mientras que del lado opositor vemos otro caso, se mantienen los bandos culpándose el uno al otro pero el discurso de los políticos de oposición se ha vuelto uno de inclusión y de aceptación.

Es un discurso y son metas políticas que se adaptan a la realidad del país, donde aquellos seguidores del oficialismo que están cansados de escuchar el mismo discurso durante toda la revolución y que lo único que mantiene sus votos del lado oficialista, es el intento de amenaza que se traslada en cosas como “si ellos ganaran imagínense a cuantos de ustedes no matarían” y ”si gana la oposición olvídense de la misión barrio adentro, de la misión madres del barrio, etc.” mientras al lado hay un candidato opositor que les asegura que esto no sucederá.

Esta adaptación de políticos de oposición que están dispuestos a gobernar para todos los venezolanos, es algo de lo cual todos debemos de estar felices, por que llevaría nuevamente la recuperación de poderes públicos autónomos, y al debate y competencia de ideas, con participación de representantes de todas las ideologías socioeconómicas y de todos los estratos sociales, y dicho debate, llevado de manera correcta nos podría llevar a descubrir soluciones hechas a la medida de nuestras realidades socioeconómicas.
  
Como dije antes no creo en absolutos, ningún país es absolutamente capitalista o absolutamente socialista, la competencia de idea nos llevara al punto medio que nuestro país necesita, de la misma manera que Coca-Cola y Pepsi-Cola compiten una con la otra deben competir nuestras ideas, después de todo Coca-Cola y Pepsi-Cola no son productos consumidos a nivel mundial porque hayan estado compitiendo la una contra la otra, al contrario, son productos consumidos a nivel mundial gracias a ésta competencia que los lleva a innovar constantemente, y de igual manera debería existir un ámbito de competencia perfecta en nuestra política, donde todo venezolano se sienta representado y que nos lleven a soluciones que se ajusten a nuestros problemas y nuestras realidades socioeconómicas.

Creo que este es el verdadero futuro de nuestro país, el de debate y competencia de ideas, no quería sonar como cliché, pero efectivamente hay que decirlo, antes de definirnos como oficialistas u opositores, nos definimos como venezolanos, eso soy y siempre seré, y aunque debo admitir que en momentos he perdido la esperanza en mi país, hoy en día creo que nuestro porvenir esta lleno de cambio y crecimiento. Y tal vez estas lecciones nos  han tomado más de lo que debieron, pero éste tiempo no será perdido, siempre y cuando aprendamos de nuestros errores, que pensar distinto nunca debe ser razón para odiar a otro, y que las necesidades y sueños de uno no valen más que las necesidades y sueños de otro.

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