El Verdadero Legado de Hugo Chávez y el futuro de Venezuela
El siguiente, es un artículo de opinión
que he sentido la necesidad de
escribir, en vista de los acontecimientos que han tomado lugar en nuestro país
en las últimas semanas, y estoy seguro que usted, del otro lado estará preguntándose
si formo parte de la oposición, si creo en el capitalismo, o si creo en el
socialismo; para decidir entre, tomar en consideración mis ideas o no, y aunque
crea que pensar de tal manera es extremadamente cerrada y contraproducente,
tampoco puedo culparlo/a por hacerlo, ya que éstas discriminaciones,
desafortunadamente se han vuelto parte de la cotidianidad; y espero, al final
de este artículo sea de una buena idea de mi inclinación política.
El tema de la polarización es en gran
parte el mayor absurdo en el que vivimos hoy en día. Unos son Oficialista,
mientras otros son Opositores, unos Socialistas y otros Capitalistas, y las
maneras en que un grupo se refiere al otro en nuestra cotidianidad, muchas
veces es de manera despectiva y con odio. Ahora, ¿deberían diferencias ideológicas
acerca de modelos socioeconómicos, convertirse en conflictos de tal escala que
lleve a muertos en las calles?
Obviamente no hablamos de que papel debe
tomar el gobierno en nuestro aparato productivo, obviamente no es la causa de
las muertes y de los heridos, es el sentimiento de representación. Un
sentimiento que las clases populares no tenían antes de la llamada Revolución,
y un sentimientos que creo muchos en la oposición, hoy no sienten.
El sentimiento de representación, es
absolutamente vital para la democracia, ¿cuál es el legado de Chávez? Ciertamente no es aquel de la “Venezuela:
potencia latinoamericana”, pero soy una persona que no cree en absolutos, nada
es perfecto y nada es inútil, por ende ningún gobierno es sin error, y ningún
gobierno es únicamente errores, pero cuando hablo de un legado de Chávez no voy
a hablar de las misiones (porque algunas han sido exitosas, otras no). El
verdadero legado de Chávez viene, en mi opinión, en lo que se podría llamar
como un despertar político en las clases populares, quienes no se involucraban
en política y por ende los gobiernos no siempre los tomaban en cuenta y se sentían
excluidos e irrepresentados.
Ahora si hemos llevado a toda nuestra
juventud a votar por las razones correctas es debatible, después de todo es básicamente
padres inscribiendo a sus hijos en el registro electoral y diciéndole por quien
votar, acto que desvirtúa el
sentido de la democracia, que no es el de amaestramiento, y ojo, lo digo de
ambos lados.
Bien, separándome de mis criticas al
sistema electoral y volviendo al tema, creo hoy en día tenemos durante
votaciones una mejor representación del pueblo venezolano, con amplia participación
en todos los estratos de la sociedad, y creo que nadie puede negar que esto es
algo positivo.
Cuando pienso en el futuro político de
nuestro país, tengo que decir, y creo que es bastante obvio, parece ir hacia la
oposición, ¿por qué? Podría hablar de cómo hemos visto un declive constante en
la popularidad del oficialismo, que ha venido de grandes márgenes como aquel de
las elecciones presidenciales del 2006 con un margen de alrededor del veinticinco
por ciento, y ha ido lenta y constantemente perdiendo popularidad año tras año,
hasta llegar a los estrechos márgenes que vemos hoy en día. Pero prefiero
explicar por qué creo que ha sido así: en una palabra, Adaptación, si
reflexionamos sobre ambos bandos, aunque no me guste caer en ésta costumbre,
podemos ver que el oficialismo lleva toda la revolución, bajo un discurso de
“la culpa no es nuestra, la culpa es de (X)” reforzado con afirmaciones de como
el gobierno ha hecho todo para evitar todo tipo de catástrofe y es
constantemente asediado por fuerzas internacionales. Mientras que del lado
opositor vemos otro caso, se mantienen los bandos culpándose el uno al otro
pero el discurso de los políticos de oposición se ha vuelto uno de inclusión y
de aceptación.
Es un discurso y son metas políticas que
se adaptan a la realidad del país, donde aquellos seguidores del oficialismo
que están cansados de escuchar el mismo discurso durante toda la revolución y
que lo único que mantiene sus votos del lado oficialista, es el intento de
amenaza que se traslada en cosas como “si ellos ganaran imagínense a cuantos de
ustedes no matarían” y ”si gana la oposición olvídense de la misión barrio
adentro, de la misión madres del barrio, etc.” mientras al lado hay un
candidato opositor que les asegura que esto no sucederá.
Esta adaptación de políticos de oposición
que están dispuestos a gobernar para todos los venezolanos, es algo de lo cual
todos debemos de estar felices, por que llevaría nuevamente la recuperación de
poderes públicos autónomos, y al debate y competencia de ideas, con participación
de representantes de todas las ideologías socioeconómicas y de todos los
estratos sociales, y dicho debate, llevado de manera correcta nos podría llevar
a descubrir soluciones hechas a la medida de nuestras realidades socioeconómicas.
Como dije antes no creo en absolutos, ningún
país es absolutamente capitalista o absolutamente socialista, la competencia de
idea nos llevara al punto medio que nuestro país necesita, de la misma manera
que Coca-Cola y Pepsi-Cola compiten una con la otra deben competir nuestras
ideas, después de todo Coca-Cola y Pepsi-Cola no son productos consumidos a
nivel mundial porque hayan estado compitiendo la una contra la otra, al contrario,
son productos consumidos a nivel mundial gracias a ésta competencia que los
lleva a innovar constantemente, y de igual manera debería existir un ámbito de
competencia perfecta en nuestra política, donde todo venezolano se sienta
representado y que nos lleven a soluciones que se ajusten a nuestros problemas
y nuestras realidades socioeconómicas.
Creo que este es el verdadero futuro de
nuestro país, el de debate y competencia de ideas, no quería sonar como cliché,
pero efectivamente hay que decirlo, antes de definirnos como oficialistas u
opositores, nos definimos como venezolanos, eso soy y siempre seré, y aunque
debo admitir que en momentos he perdido la esperanza en mi país, hoy en día
creo que nuestro porvenir esta lleno de cambio y crecimiento. Y tal vez estas
lecciones nos han tomado más de lo
que debieron, pero éste tiempo no será perdido, siempre y cuando aprendamos de
nuestros errores, que pensar distinto nunca debe ser razón para odiar a otro, y
que las necesidades y sueños de uno no valen más que las necesidades y sueños
de otro.
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